El comentario definitivo de la canción de amigo «Al alba venid, buen amigo»

Siguiendo el esquema de nuestro Comentario de textos definitivo, basado en seis pasos que permiten un análisis lo más completo y a la vez lo más sencillo posible, nos disponemos ahora a analizar una cantiga de amigo, composición lírica medieval, de apariencia popular, pero de factoría culta. Se trata del poema anónimo Al alba venid. En el siguiente enlace podéis descargar la explicación del procedimiento: ANEXO. El comentario de textos definitivo

En este mismo blog podéis encontrar las siguientes entradas con comentarios de texto:

En el siguiente vídeo podréis disfrutarla cantada por Amancio Prada.

Pero antes de nada…

Permíteme un consejo.

Al alba venid, buen amigo

Al alba venid, buen amigo,

al alba venid.

Amigo el que yo más quería,

venid al alba del día.

Amigo el que yo más amaba,       5

venid a la luz del alba.

Venid a la luz del día,

no traigáis compañía.

Venid a la luz del alba,

no traigáis gran compaña.      10

1.- Localización.

El poema pertenece a la recopilación de piezas músico-vocales del Renacimiento conocida como Cancionero de Palacio.

Antes de entrar en el análisis del poema, conviene hacer una advertencia sobre el género al que pertenece. No debe confundirse ni con una canción de alba, ni con una albada. Las canciones de alba son expresiones de lamento de dos amantes ilícitos, que han pasado la noche juntos y deben separarse al salir el sol, antes de que el esposo o el padre de ella los descubra. Las albadas eran canciones compuestas para despertar a los recién casados en la noche de bodas. Pero, como veremos más adelante, a pesar del arranque del poema, la palabra clave en él no es «alba», sino «venid» y «amigo»; aquí lo fundamental es la espera de la joven a su amado, con un propósito sexual, y el momento del día es circunstancial. Se trata, pues, de una cantiga de amigo, que se enmarca dentro del género de la poesía trovadoresca.

La poesía trovadoresca

Se trata de un género literario que comenzó a producirse en torno a las cortes catalanas, hacia los siglos XII-XIII, extendiéndose después a otras regiones; su estilo compositivo ejerció notable influencia sobre la poesía gallega.

Recibe su nombre porque era compuesta y recitada por los trovadores, dentro del ámbito cortesano.

Sus temas giran en torno al amor, el honor y la guerra, principales motivos de interés para nobles y señores.

Bajo la apariencia de composiciones realizadas por juglares, humildes intérpretes itinerantes, se esconden poemas compuestos por nobles y otros personajes del círculo cortesano. Es, pues, una poesía culta, de métrica regular y rima consonante. Los poemas responden a un código literario, según el subgénero al que pertenezcan:

  • La canción generalmente expresa un amor imposible hacia una dama, porque esta se encuentra casada y además corresponde a una clase social superior a la del enamorado (tópico del amor cortés).
  • El sirventés refleja una rivalidad, sea política, sea amorosa, entre cortesanos.
  • El planto es un lamento por la muerte de una persona, generalmente de elevada posición social.
  • El alba expresa la contrariedad de dos enamorados que, después de haber pasado la noche juntos, deben separarse al amanecer, antes de la llegada del esposo o del padre de la joven.
  • La pastorela trata de las pretensiones amorosas de un caballero hacia una pastora con la que se encuentra en el campo, y que suelen terminar con el rechazo por parte de esta.
  • La tençó simula una disputa entre dos trovadores sobre el arte de trovar.
  • El ensenhament encierra una enseñanza sobre el correcto modo de trovar.

Las cantigas, herederas de la poesía trovadoresca

Derivada del subgénero de la canción, en la zona galaico-portuguesa se cultivó, entre los siglos XIII-XIV, la cantiga, destinada, como su nombre indica, a ser cantada.

Estas composiciones también responden a sus propios códigos literarios:

  • Cantiga de amigo: la enamorada se lamenta por la ausencia del amado.
  • Cantiga de amor: el enamorado expresa sus sentimientos a su amada y le suplica que le corresponda.
  • Cantiga de escarnio: se critica a personas concretas, a profesiones, etc.
  • Cantiga sacra: trata sobre temas religiosos.

Los principales autores de cantigas son Martín Codax y Airas Nunes.

Formalmente, también se sujetan a unas normas métrico-rítmicas propias de la poesía culta, tales como la rima consonante, las estructuras paralelísticas, el estribillo o el leixa-pren.

La cantiga de amigo

En este tipo de composición, una joven expresa su melancolía por la ausencia del amado. Suele ser un monólogo, pero también puede tratarse de una confidencia a su madre, una hermana o una amiga.

Según su contenido, presenta variedades:

  • Barcarola o mariña: situada en un entorno marinero.
  • Romaría: ambientada en una romería.
  • Alba: los amantes tienen que separarse al amanecer.
  • Bailada: letra para una canción bailable.

El sentimiento expresado es femenino, y puede entrañar dolor, desesperación, ansiedad, celos…

Sus estructuras más características son:

  • Refrán: estribillo, versos que se repiten después de cada estrofa.
  • Paralelismo: grupos de versos (generalmente dos) que se repiten, con pequeñas variaciones.
  • Leixa-pren (o encadenamiento): el segundo verso de la primera estrofa se repite como primero de la tercera; el segundo verso de la segunda estrofa se repite como primero de la cuarta, y así sucesivamente.

Este tipo de construcción poética resulta muy apropiada para ser cantada, acompañando al baile.

2.- Tema.

El poema es la expresión íntima de deseo de una joven de que su amado acuda a un encuentro a solas con ella.

3.- Estructura y argumento.

Desde el punto de vista argumental, en la composición pueden distinguirse tres partes:

  • Versos 1-2: exhortación que sintetiza la idea central del poema: amigo, venid al alba.
  • Versos 3-6: sobre la misma exhortación, la joven declara su amor.
  • Versos 7-10: sobre la misma exhortación, expresa su deseo de que el amado acuda solo.

4.- Forma y estilo.

El poema es una canción compuesta de diez versos, cuya distribución métrico-rítmica es la siguiente:

9 –

6 –

9 a (-ía)

8 a (-ía)

9 b (á-a)       5

8 b (á-a)

8 a (-ía)

7 a (-ía)

8 b (á-a)

7 b (á-a)      10

Los dos primeros versos quedan libres y funcionarían como estribillo. Los ocho restantes se agrupan por pares, mediante rima asonante, coincidiendo en -ía la de los versos 3-4 y 7-8, y en á-a la de los versos 5-6 y 9-10. (Hay que hacer la observación de que, si bien la rima en -ía también podría ser consonante, en este caso debemos considerarla asonante, a semejanza de la rima en á-a de los otros cuatro versos, entendiendo que lo que aquí sucede es que desde la última vocal acentuada -í- solo hay una -a, y no vocales y consonantes, cuya repetición o no determinaría el tipo de rima).

Aunque, según hemos indicado, los versos parecen agruparse en pareados, la distribución de la rima y de la métrica en el conjunto de la composición, y, como veremos después, también la semántica, nos sugieren una división del poema en dos estrofas de cuatro versos cada una (versos 3-6 y 7-10). Así, el esquema aabb se repetiría en ambas, y la métrica, aparentemente irregular en la totalidad del poema, no respondería sino a un cambio de ritmo entre la primera estrofa y la segunda (9-8-9-8 / 8-7-8-7), quedando estas configuradas del siguiente modo:

9 a (-ía)

8 a (-ía)

9 b (á-a)       5

8 b (á-a)

8 a (-ía)

7 a (-ía)

8 b (á-a)

7 b (á-a)      10

Para hacer regular la medida de los versos, es necesario acudir al recurso de la sinalefa (articulación en una sola sílaba de dos vocales separadas, la última de una palabra y la primera de la siguiente) los versos 3 y 5: Amigo_el que yo…

Finalmente, los dos versos iniciales, libres de rima, constituirían el estribillo, que se repetiría después de cada una de ellas.

El resultado de la composición sería, por tanto, el siguiente:

Al alba venid, buen amigo,

al alba venid.

Amigo el que yo más quería,

venid al alba del día.

Amigo el que yo más amaba,

venid a la luz del alba.

Al alba venid, buen amigo,

al alba venid.

Venid a la luz del día,

no traigáis compañía.

Venid a la luz del alba,

no traigáis gran compaña.

Al alba venid, buen amigo,

al alba venid.

[Somos conscientes de que esta propuesta no coincide plenamente con la forma en que el poema nos ha llegado, pero hay que tener en cuenta que no nos encontramos ante una creación al uso moderno, escrita por un autor para su publicación, sino ante una canción, una composición creada para cantar y bailar, y por tanto conservada por escrito de un modo accidental y esquemático. En este enlace podemos ver su partitura.]

En cuanto a los referidos rasgos que caracterizan formalmente la cantiga de amigo, encontramos:

  • El estribillo, que, como ha quedado indicado, se repetiría tras cada estrofa:

Al alba venid, buen amigo,

al alba venid.

  • El paralelismo. Cada estrofa está formada por dos pares de versos, cuya estructura sintáctica es muy similar, con pequeñas variaciones: quería/amaba, alba/luz y día/alba en la primera estrofa, y día/alba y compañía/compaña en la segunda.

Amigo el que yo más quería,

venid al alba del día.

Amigo el que yo más amaba,

venid a la luz del alba.

Venid a la luz del día,

no traigáis compañía.

Venid a la luz del alba,

no traigáis gran compaña.

  • El leixa-pren o encadenamiento. Los segundos versos de los pareados que forman la primera estrofa se repiten como primeros en los pareados de la segunda. Así, el segundo verso de la primera estrofa se repite (con una ligera variación alba/luz) como primero de la segunda, y el cuarto de la primera se repite como tercero de la segunda. Según este recurso, si la composición continuara, una hipotética tercera estrofa podría ser algo así como:

*No traigáis compañía,

al alba venid.

No traigáis gran compaña,

al alba venid.

La sencillez del poema, propia de una voz interior, expresión íntima de sentimientos, justifica la escasez de figuras retóricas.

Aparte del aludido paralelismo, que constituye uno de los fenómenos fundamentales en la configuración de la cantiga, llaman la atención las aliteraciones:

  • Acumulación de labiales en ​»Al alba venid, buen amigo, / al alba venid«.
  • Acumulación de dentales en «Venid a la luz del día«.

También cabe mencionar el hipérbaton suave, consistente, en este caso, en invertir el orden lógico-sintáctico de verbo+complemento, en la oración «Al alba venid«.

Por último, ha de señalarse también la intensificación en la construcción sintáctica «Amigo el que yo más quería/amaba«.

Internamente, el poema constituye un enunciado exhortativo, en el que la joven se dirige a su amado. Así, los verbos son predominantemente de segunda persona, en sus formas del tratamiento de respeto (vos): el imperativo «venid» y el presente de subjuntivo «no traigáis«, para construcciones negativas. Junto a ellas, aparece el yo de la joven, en la primera persona de dos pretéritos: «quería» y «amaba«.

Hay que señalar la escasez de adjetivos y la nula carga semántica que aportan: «buen amigo«, «gran compaña«.

Por lo que respecta a la sintaxis, en el poema se aprecia un predominio de oraciones simples yuxtapuestas. La escasa subordinación («Amigo el que yo más quería/amaba, venid…«) es muy sencilla, lo que hace que el texto no presente dificultad de comprensión.

En síntesis, podemos decir que esta cantiga está compuesta en un estilo sencillo, con unos recursos retóricos muy poco complejos y con un lenguaje claro y comprensible.

5.- Contenido

El poema constituye la expresión íntima de una joven que anhela que su amado («amigo«, en un sentido carnal) acuda a encontrarse con ella.

A pesar de que tiene forma de exhortación («venid«), no se trata de una invitación como tal, pues el amado no es el receptor de la misma. Es, sencillamente, la voz interior de la enamorada expresando un deseo, como diciéndose a sí misma: «me gustaría que…»

La idea clave que preside todo el poema es esa exhortación, «venid«, que sugiere la idea de un amado ausente y una enamorada que le espera. Así, encontramos que este verbo se repite seis veces en los diez versos: dos en el estribillo y una en cada pareado.

Junto a este campo semántico del deseo de unión, otros dos más marcan la línea léxica por la que discurre el poema:

  • El amado: amigo, amaba, quería.
  • El momento: al alba, a la luz del día.

Como puede comprobarse, debido a los fenómenos estilísticos de repetición (paralelismo y leixa-pren), el repertorio léxico del poema es sumamente restringido.

Haciendo un ejercicio de condensación, el contenido de la composición se reduciría a: Amigo, venid al alba. Ya el primer verso del estribillo, con el que se abre el poema, recoge este concepto esencial, y a continuación, a través de recursos de repetición, las dos estrofas van desarrollándolo mediante la incorporación de detalles, tales como el amor que la joven siente o su deseo de que el encuentro se produzca en la intimidad. Y así, al finalizar el poema, el contenido se ha ampliado un poco más y se sintetiza en un sencillo: Querido amigo, venid solo al alba.

Sin embargo, la composición encierra algunos detalles que conviene poner de relieve:

  • En primer lugar, y como ya quedó señalado, el elemento central no es el alba, el momento del deseado encuentro, sino el propio deseo de la joven de que este se produzca: «venid«.
  • Por otra parte, las formas en pretérito «quería» y «amaba» (al margen de que encajan perfectamente con la métrica y la rima, a diferencia de «quiero» y «amo») sugieren la existencia de una relación amorosa que ya existía con anterioridad y dan idea de que la joven se lamenta por la ausencia del amado, anhelando su regreso. Aunque habla en pasado de su amor, ella lo siente aún vivo y confía en que también él lo sienta así y regrese a su lado.
  • Pero la joven no pretende un simple encuentro carnal con su «amigo» (que también, y de ahí su interés en que acuda solo), y así reconoce abiertamente el amor que siente hacia él. Está dispuesta a entregarse, pues, a alguien a quien ama, asumiendo la deshonra que ello supone.
  • Y aquí viene una aparente contradicción: por un lado desea que su amado acuda a la cita íntima solo, sin compañía, sin testigos que pudieran dar cuenta de su desliz a la sociedad; pero por otro lado, quiere que el encuentro se produzca al alba, es decir, cuando, a la salida del sol, la corte comienza su actividad (al contrario que en las canciones de alba, en las que el amanecer era el momento de la triste despedida de los amantes ilícitos). La joven parece debatirse, así, entre el recato al que la obliga la sociedad y su deseo de reconocer públicamente su amor.

6.- Interpretación, valoración, opinión.

En este poema encontramos el tema, frecuentemente tratado en las cantigas de amigo, del lamento de una joven por la ausencia de su amado y la esperanza de su regreso.

El encuentro deseado tiene aquí un triple componente:

  • Por un lado, amoroso, pues así lo reconoce la joven: «amigo el que yo más quería/amaba«.
  • Por otro lado, sexual, lo que se desprende de su voluntad de que el encuentro sea íntimo: «no traigáis compañía/gran compaña«.
  • Y por último, social, pues con su interés en que se produzca «al alba» parece tener intención de dar un reconocimiento público a su amor.

Estos tres elementos, casi seis siglos después de la composición de este poema, nos dan una visión relativamente moderna del amor femenino. Y es que el Renacimiento trajo consigo una renovación del pensamiento que situaba a la persona y las relaciones humanas en un plano superior al que le había concedido la religión durante la Edad Media, e incluso al que le concedería después, durante el Barroco.

Para profundizar en el análisis de esta canción, podéis consultar el trabajo de Stephen Reckert.

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trabajosdeliteratura

Soy licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, y compagino mi actividad profesional con mi vocación literaria, tanto en el plano del análisis crítico como en el de la creación.

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